lunes, 23 de mayo de 2011

Almendro lunar

Estaba sentado en alguna de las mesas de aquel lugar hipnotizado por la lucha que frente a mis ojos ocurría.
Un viejo almendro tenia secuestrada a la luna y está desesperada intentaba quitarse de encima el peso de aquellas ramas que como embrujo detenían su protagonismo en las alturas que decoran nuestro viejo techo
El tiempo paso en su maratón y la luna perdida en aquel robusto y testarudo follaje se daba por vencida.
Una nube imperial empujada por su carruaje forjado con algunos vientos elíseos estornudo un relámpago que aturdió las raíces de todo el lugar.
Entre tanta conmoción el árbol a la luna dejo y con algo de gratitud ella alumbro llena las hojas de aquel viejo y solitario almendro que intento llenar su vida con la belleza de una perla.